Este es el caso del Corvette que Chevrolet encargo diseñar a Pininfarina para el salón de París de 1963. Como resultado dio este unico Chevrolet Corvette Rondine Pininfarina Coupe con líneas Italianas pero sin perder su genética de América. Lo que mueve este ejemplar es nada más ni nada menos que un V8 5.3 litros, que rinden 304 HP, que con esta potencia debe dar uno buenos números.
Basado en el chasis 1963 Corvette C2, el "Rondine" cuenta con un cuerpo de Pininfarina clásico con fuerte influencia italiana. El extremo frontal se inclina hacia adelante a lo largo de una curva suave que termina con una rejilla fina, cromo horizontal que proporciona aire para el motor.
Se trata de un elemento de diseño atractivo y práctico para mantener el motor fresco. El panel lateral se acentúa por una línea fuerte procedente de la rejilla. El ángulo corre a lo largo del guardabarros delantero, a través del lado del automóvil y termina en la cresta de la aleta trasera, dando el "Rondine" una mirada delgada, Europea.
La parte trasera cuenta con la famosa "cola de golondrina", lo que minimiza la visibilidad trasera debido a la proyección de guardabarros traseros del coche.
El Corvette Rondine es la unión definitiva de puro poder americano y diseño italiano audaz", añadió Steve Davis, presidente de la compañía de subastas Barrett-Jackson. "American Tom Tjaarda, quien también diseñó la Ferrari 330, dijo sobre el Corvette de Pininfarina que creó una obra maestra a instancias de Chevrolet. El Rondine fue parte del museo Pininfarina.
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